¿Ya conoces cómo se llama, en términos técnicos, todo lo que hay escrito después del www.? Hablamos del dominio, una pieza clave y un servicio que debes considerar si deseas publicar un sitio web con correos corporativos para tu marca en internet.
En este artículo hablaremos de qué es el dominio, cómo se relaciona con el hosting y principalmente, qué debes considerar si quieres consolidar tu negocio web con un nombre de dominio único, memorable y pertinente.
¿Qué es el dominio y por qué es relevante?
Resumiéndolo de un modo sencillo, el dominio es tu nombre único en internet. Es decir, el conjunto de palabras, letras y caracteres que le permite a los ciberusuarios dar contigo, simplemente al escribir tu nombre de dominio en un navegador web que esté conectado a internet.
Puedes ver cómo depende en gran medida de tí y de tu creatividad: tu dominio responde al nombre y estructura que tú prefieras. En nuestro caso personal, escogimos como nombre de dominio lo que puedes leer después del www., es decir: comparahosting.cl Aunque también funcionamos con otras extensiones de dominio que responden mejor a su localidad, estas son comparahosting.pe y comparahosting.com.co
Las posibilidades son infinitas, pero a la vez limitadas, ya que un dominio ha de ser único. Por muy similares que sean entre sí, un dominio no puede repetirse con otro. Por lo tanto, si tienes un dominio en mente, debes cerciorarte que el mismo no esté registrado y pagado por otra marca, tal como cuando vas a generar el nuevo usuario de una cuenta de correo, o el nombre de una red social.
Para comprender el dominio, es importante que entiendas cómo funciona. El dominio es una especie de “nombre traducido” que facilita a los usuarios la tarea de recordar un sitio web y acceder a él. Las personas tienden a recordar nombres de palabras, aunque los computadores y buscadores no actúan de la misma forma. Cuando Google encuentra tu sitio, lo hace a través de una dirección IP, un número técnico relativamente largo y sobre todo, difícil de memorizar para el usuario común. De allí la importancia del dominio. Reemplaza el número por palabras: permite que te encuentren.
¿Qué sucede al ingresar un dominio en un navegador?
Aquí entra en acción lo que se conoce como DNS, los sistemas de nombres de dominio que, a nivel interno, se encargan de traducir el nombre de dominio a la dirección IP correspondiente. De esta forma, se puede encontrar tu sitio en internet en cuestión de segundos.
Tips para elegir tu dominio
Elegir un buen nombre de dominio es una decisión vital para tu éxito web, pues hará que tu sitio:
1. sea memorable en el tiempo
2. sea de fácil acceso
3. logren regresar a él
4. esté pensado para fortalecer su posición en términos de SEO, esto es, mejorar sus resultados en motores de búsqueda.
Si quieres dar con un buen dominio, aquí te dejamos algunos consejos. Combínalos con tu propia creatividad y prepárate para dar con ese nombre de dominio único, útil y relevante.
Mantente simple: recuerda que menos es más. Enfócate en simplificar la tarea a los usuarios. Los buenos nombres de dominio evitan ser complejos. Acompaña tu marca con un nombre de dominio sencillo y fácil de memorizar. Considera lo siguiente: de nada sirve que tú lo encuentres, son tus públicos los que deben dar con tu web. Y prefieren lo simple.
Elige un dominio breve: en base a la misma premisa, te recomendamos no alargar la extensión. Ideal si puedes dar con un nombre que no pase de los 15 caracteres. Haz contigo mismo el ejercicio de memorizar algo, como una cuenta para hacer depósitos: la mayoría de usuarios debe anotar incluso sus propias cuentas, pues son números extensos, más difíciles de memorizar que el RUT o un número de teléfono, breves y de estructura más simple.
Evita errores al usuario: evita utilizar caracteres o formas que generen confusión, por ejemplo, agregar números, guiones, combinaciones poco habituales o modos muy complejos de mezclar las palabras. Todo esto puede generar equivocaciones al escribir o decir oralmente el nombre de tu sitio web.
Testea con personas externas: cuando estamos muy inmersos en algo, nos es difícil ser objetivos. Lo mismo puede suceder con el nombre de tu marca. Antes de escoger el dominio definitivo, pregunta a tus amigos, socios o familiares qué les parece. Puedes solicitar que, tras escuchar tu nombre de dominio, lo escriban y lo pronuncien. Si les cuesta, es buena idea modificarlo. Recuerda esta premisa: en internet, siempre es bueno testear y abrirte a los cambios.
Sé creativo: escoger un nombre de dominio no tiene por qué ser tedioso, ni tampoco cansador. Considera que tu nombre de dominio lo usarás tanto en tus correos corporativos, como en tu sitio web; además, es una inversión a largo plazo y por ende, no debería ser una decisión ligera. No te apresures. Hacer una lluvia de ideas puede ser estimulante. Si tu nombre ideal ya fue ocupado, prueba combinaciones de palabras diferentes asociadas a tu marca, a sus valores o incluso, a una palabra clave de forma estratégica. Hay un montón de ideas esperándote.
Recuerda lo más importante: tu dominio, tu decisión. Elige un nombre memorable, que te convenza a ti y a otros. Tómate tu tiempo e investiga, considera que esta decisión tendrá un impacto duradero en tu proyecto. Una vez estés seguro y decidido, revisa si el nombre está disponible. Si no lo está, es una señal para que sigas buscando hasta dar con el más indicado para ti.